sábado, 30 de septiembre de 2017

Buscando a la Madre de la Música Electrónica (4ª Parte) El Sintetizador Moog


En esta reseña sobre el sintetizador Moog comienzo por lo que había pensado decirte al final. Y hay una buena razón para ello. Así que voy a explicarte que estás viendo un tipo de fuente que nunca he usado en este Blog. Tal vez no la hayas visto en casi ningún lado. Se llama Moogdula. Fue creada por Angeles Moreno (que tuvo la gentileza de enviármela), y usada en la película Moog, de 2004, realizada por Hans Fjellestad, que verás al final de la reseña. (Claro que para leer esta nota con esa letra debieras tenerla instalada. Si no es así no pasa nada, la verás en tipografía predeterminada).
¿Qué por qué he usado esta extraña letra? Pues porque para mi no lo es en absoluto. No solamente no me parece extraña sino muy hermosa y pertinente al tema tratado. Porque justamente responde al tipo de mente que compartían los creadores del Sintetizador Moog, Robert Moog y Herbert Deutsch (en la foto del encabezado). El tipo de pensamiento que originó este Logo como símbolo inconfundible.


Si estás aquí para leer sobre el Sintetizador Moog seguramente compartes algo de esa mentalidad innovadora y te agradará leerla en este formato.
He tenido que dejar toneladas de información afuera de la reseña (con la esperanza de utilizarla en otro momento), pero espero que lo publicado aquí sea de tu agrado.
Para muchos de nosotros esta historia comenzó con un video como este de la BBC, del programa Tomorrow's World.



Los adolescentes de mediados los años sesenta y principios de los setenta tuvieron la suerte de que se inventara el Sintetizador Moog. Dejemos de lado las horribles cosas que se hicieron con él en manos de músicos mediocres, que buscaban solamente causar un efecto sensacional, pirotécnico, y lógicamente comercial. Estas ruinas musicales eran usadas como ejemplo para denostar la experimentación por personas sin inteligencia ni ninguna clase de aptitud, devenidos en críticos musicales, incapaces siquiera de tocar el timbre de la puerta de calle. Cuando hablo de aptitud no me refiero a conocimientos teóricos, o aun prácticos en materia musical. Me refiero a lo que hace la diferencia entre un verdadero músico y uno que se cree que lo es: la creatividad. Todo verdadero músico es creativo (no hablo de grados de talento) y eso se nota sobre todo cuando interpreta obras maestras ajenas. Hubo músicos que exploraron las posibilidades del nuevo instrumento. Por ejemplo a partir del uso que hicieron de él los músicos de rock, especialmente en la música progresiva y el rock sinfónico, las nuevas sonoridades hicieron que muchos se acercaran a esos estilos por curiosidad. Pasada la novedad, y habiéndose popularizado en manos de Keith Emerson y Rick Wakeman, que supieron desarrollar la sonoridad orquestal del sintetizador, casi todos los tecladistas intentaron hacer cosas "originales". La mayoría utilizó los mismos timbres musicales, restándole originalidad justamente.

No es que esté apartándome del hilo original de la búsqueda que originó esta serie de artículos. Pero hasta ahora vimos que todas las posibles Madres de la música electrónica crearon su música prescindiendo de sintetizadores, aunque muchas de las mencionadas en las notas precedentes utilizaron variantes de ellos en un período tardío.
Y eso era porque el Sintetizador Moog se inventó oficialmente en 1964, y no se presentó un desarrollo formal en público hasta 1967.


Pero antes de seguir hablando del Sintetizador Moog vamos a volver un poco para atrás en el relato.
En la primera nota de esta serie presentamos el Theremin. Ampliaremos algo de información sobre él, pues está enlazado a la invención del Sintetizador Moog.

El Theremin se distinguió por el sonido monofónico (que no puede tocar varias notas simultáneamente, sólo una), y una técnica de interpretación que se prestaba a un solo instrumental.
Quizá la característica más extraña de este instrumento era que lo tocabas simplemente con mover las manos en la cercanía de dos antenas. Esta desconcertante exhibición no sólo impresionaba a la mayoría de observadores, sino también agregaba un alto grado de teatralidad a la interpretación.
Por consiguiente, éste fue el primer instrumento musical electrónico de control espacial.
El Theremin operaba sobre un principio de modulación llamado: oscilación de frecuencia de batido. Dos señales eléctricas que eran cercanamente iguales en frecuencia eran mezcladas. La combinación de las dos resultaba en una tercera señal que era igual a la diferencia entre las dos primeras frecuencias. Esta frecuencia audible restante era la frecuencia de batido. Los generadores de señales de radiofrecuencia usados en el Theremin estaban en realidad por encima del rango auditivo humano pero la diferencia entre ellas era audible. La frecuencia de uno de los osciladores era fija, mientras que la otra podía ser alterada al mover un objeto, tal como la mano del intérprete, en la vecindad de una antena vertical.

Cuando la mano entraba en el campo electromagnético de la antena, la frecuencia del oscilador variable cambiaba, resultando en una correspondiente variación de la frecuencia o tono audible de batido. El tono era controlado al mover la mano hacia adelante y hacia atrás con relación a una antena vertical llamada antena de tono. Además, había una antena de lazo posicionada horizontalmente para controlar el volumen del sonido. Acercando la mano hasta tocar la antena de volumen, se podía silenciar el tono.


Los Theremines fabricados por Lev Sergeievitch Termen (León Theremin) eran valvulares.
El siguiente paso en la evolución de este instrumento fue:
EL THEREMIN TRANSISTORIZADO DE R.A. MOOG
    
En 1962 en Ithaca, Nueva York, un estudiante graduado en Física llamado Robert Arthur Moog (1934-2005) estaba tranquilamente iniciando una revolución en el desarrollo de los instrumentos musicales electrónicos. Aficionado a la Electrónica desde su juventud, Moog había aprendido a construir el theremin con transistores mientras era estudiante en la Escuela Superior.
Siendo luego un estudiante graduado en Cornell, decidió reavivar su afición. En una ocasión Moog diría: La cumbre de mi fabricación del theremin fue en la Escuela Superior. Vivía en un apartamento de tres habitaciones en el piso superior de una casa. Por diez dólares al mes, el propietario me permitía usar la sala para construir mis diseños del theremin...
 

Alrededor de mil unidades se vendieron durante la cumbre del pequeño negocio de Moog. La pasión de Moog por el Theremin y su misterioso inventor ruso, a quien nunca había conocido, lo pusieron directamente en camino a la invención de su innovador Sintetizador Moog varios años después, no obstante, la debilidad por el Theremin nunca desapareció y por eso, al día de hoy, su compañía Moog Music continúa fabricando el theremin de estado sólido, un instrumento de alta calidad para músicos aventureros.
Fuente (en cursivas):  DAVILA - Diseño e implementación de un theremin digital


El theremin fue una pasión para Moog desde que armó su primer instrumento a los 14 años hasta el fin de sus días.
  
   
Los fundamentos técnicos del Sintetizador Moog no serán tratados en esta nota. Es un tema por demás complejo y escapa a los propósitos de esta serie de artículos. Sin embargo en un futuro no muy lejano nos abocaremos a este tema en especial, pues merece más de una nota.
Te invito a que disfrutes del video mencionado al principio en versión subtitulada en castellano por Josep Maria Soler (Stahlfabrik). 



Página oficial  Moog Music Inc   

Reseña original de Preciosa Música

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